viernes, 21 de mayo de 2010

DATOS DE CONCENTRACIONES DE CO2:

La prueba definitiva de que el CO2 no es el regulador del clima se encuentra en los períodos Ordovícico-Silúrico y el Jurásico-Cretácico, cuando los niveles de CO2 fueron mayores de 4.000 ppmv (partes por millón en volumen) y cerca de 3.000 ppmv, respectivamente. Si la teoría del IPCC fuera correcta, durante esos períodos se hubiera producido un cambio climático desbocado inducido por el efecto invernadero mientras que, por el contrario, fueron épocas glaciales.
Respuesta científica
Cuando en el pasado los niveles de CO2 fueron mayores, la intensidad de la radiación solar era también mucho menor. El efecto combinado del sol y el CO2 encaja correctamente con el clima del momento.
Comentario
A lo largo de la historia de la Tierra ha habido ocasiones en que los niveles de CO2 en la atmósfera han sido superiores a los de la actualidad. Sorprendentemente, el planeta experimentó amplias regiones glaciales durante esos períodos. ¿Contradice esto el efecto del CO2? No, por un simple motivo: el CO2 no es el único regulador del clima. Para entender el clima del pasado es preciso incluir otros forzamientos. Para ello, un estudio agrupó 490 medidas indirectas (proxy) y reconstruyó los niveles de CO2 a lo largo de los últimos 540 millones de años ). Este período es conocido por la denominación de Eón Farenozoico.
Fig. 1.- Concentración atmosférica de CO2 a lo largo del Farenozoico. La línea de puntos muestra las predicciones del modelo del ciclo del carbono GEOCARB, y la zona gris corresponde al margen de incertidumbre. Las líneas continuas muestran representaciones suavizadas de los registros indirectos).
Los niveles atmosféricos de CO2 han alcanzado valores espectaculares en la gran antigüedad, tal vez llegando a 5.000 ppmv en el Ordovícico tardío, hace 440 millones de años. Sin embargo, la actividad solar es menor cuanto más lejos nos situemos en el tiempo. En el Farenozoico temprano, la actividad solar era un 4% menor que en la actualidad. El efecto combinado de esa intensidad solar con esos niveles de CO2 da como resultado neto lo que se representa en la figura 2. Los períodos de glaciación significativa se muestran en gris.
Fig. 2.- Forzamiento radiativo combinado del CO2 y del sol a lo largo del Farenozoico. Los valores están expresados en relación a los del período preindustrial (CO2 = 280 ppmv; luminosidad solar = 342 W/m2). Las bandas oscuras corresponden a períodos con fuerte evidencia de hielo generalizado.
Los períodos con bajos niveles de CO2 se corresponden con los de épocas glaciales (con una excepción notable, mencionada más abajo). Esto nos lleva al concepto del nivel umbral de CO2-hielo: el nivel de CO2 requerido para iniciar una glaciación. Cuando el sol es menos intenso, este umbral es mucho más elevado. Por ejemplo, mientras que el umbral de CO2-hielo se sitúa, en las condiciones actuales, en 500 ppmv, el umbral equivalente en el Ordovícico tardío (hace 450 millones de años) era de 3.000 ppmv.
Sin embargo, hasta hace poco se creía que los niveles de CO2 en el Ordovícico tardío eran muy superiores a 3.000 ppmv, lo que resultaba problemático en tanto que se sabía la Tierra estaba experimentando condiciones de glaciación. Los datos de CO2 en el Ordovícico tardío son escasos, y cubren un único punto cercano a este período. Este punto muestra un nivel de CO2 de 5.600 ppmv. Dado que la intensidad solar era del orden del 4% inferior que el nivel actual, el CO2 debería ser de 3.000 ppmv para permitir la condición glacial.
¿Puede reducirse el nivel de CO2 tan deprisa? Dada la baja resolución temporal del registro de CO2, esos datos no eran concluyentes.
Una investigación de los isótopos de estroncio de los sedimentos del momento arrojó mayor luz sobre la cuestión. La meteorización de las rocas retira CO2 de la atmósfera. Este proceso produce a su vez un isótopo particular del estroncio, que es llevado al océano por los ríos. La relación de los isótopos de estroncio en las capas de sedimento puede ser empleada para construir una indicación de la actividad de la meteorización continental. Este registro muestra que, cerca del Ordovícico mediano, el aumento de la meteorización conllevó un mayor consumo de CO2 por la corteza terrestre. Sin embargo, este hecho resultó compensado por la fuerte actividad volcánica, que añadía más CO2 a la atmósfera. Pero hace unos 446 millones de años, la actividad volcánica decayó, mientras que se mantuvo el nivel de meteorización. Esto hizo que el nivel de CO2 descendiera por debajo de las 3.000 ppmv, iniciándose el enfriamiento. Resulta pues que la disminución del nivel de CO2 fue la causa de la glaciación del Ordovícico.
Vemos pues que las comparaciones del clima actual con el de períodos de hace 500 millones de años requieren tener en cuenta la intensidad solar, mucho menos que la del presente. Pero ¿qué ocurrió en tiempos más recientes? El período más reciente en el que los niveles de CO2 fueron similares a los actuales (400 ppmv) se dio hace 15 millones de años, durante el Mioceno medio. ¿Cómo era el clima entonces? La temperatura media de la Tierra era entre 2,8 ºC y 5,5 ºC mayor. El nivel del mar entre 22,8 y 36,5 metros mayor. No había hielo permanente en el Ártico, y muy poco en la Antártica y en Groenlandia. Este importante acoplamiento entre CO2 y clima llevó al autor a concluir que “las observaciones geológicas de las que ahora disponemos, de los últimos 20 millones de años, soportan fuertemente la idea de que el dióxido de carbono ha sido un factor determinante del clima a lo largo de la historia de la Tierra” .
Si los climatólogos afirmaran que el CO2 fuera el único regulador del clima, sería difícil compatibilizar esta afirmación con los períodos glaciales. Pero todo climatólogo le dirá que el CO2 no es el único regulador. La climatóloga Dana Royer lo manifiesta mejor: “los registros geológicos contienen un tesoro oculto de ‘Tierras alternativas’ que permiten a los científicos estudiar de qué forma responden los distintos componentes del sistema climático a las variaciones de distintos forzamientos.”
Períodos anteriores de mayores concentraciones de CO2 no contradicen, pues, la noción de que el CO2 hace aumentar la temperatura. Por el contrario, confirman su estrecha relación.



NEREA B. , DENIS, CRISTINA Y MARTA

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